Blog /

¿Conoces las diferencias entre Gestión Tradicional y Agile?

En el artículo de hoy quiero hablarte de las diferencias principales entre una gestión de proyecto tradicional (también conocida como waterfall) o una gestión Agile.

También quiero darte algunos consejos para que sepas en que casos te conviene utilizar una u otra, ya que como en otras áreas de la vida, no hay una solución mágica para todo.

Lo importante para un gestor de proyectos es contar con el mayor abanico posible de herramientas y conocimientos.

Esto nos va a permitir seleccionar los mejores planteamientos en cada caso y hacer un «tailoring» adecuado para cada proyecto, dependiendo las circunstancias.

Antes de comenzar a ver las diferencias entre una gestión de proyectos más tradicional o una basada en prácticas ágiles, me gustaría recordar que no es mejor una que otra, simplemente en algunos casos conviene usar una y en otros otra.

Diferencias principales entre la Gestión Waterfall y la Gestión Agile

Una de las principales diferencias en la gestión de proyectos empleando métodos ágiles es la elaboración progresiva.

En vez de realizar un análisis y planificación detallada al inicio del proyecto, vamos a ir trabajando en bucles (también conocidos como iteraciones o sprints)

La idea es poder adaptarse al cambio sin demasiada fricción.

Lo que se busca con la agilidad es obtener cuanto antes un producto mínimo viable que poder presentar al cliente y luego ir trabajando con incrementos de valor en cada ciclo o iteración.

No se da por válida una iteración si no aporta un valor añadido al producto del proyecto.

Después de cada iteración, se revisa lo que ha funcionado y lo que no para tenerlo en cuenta en las siguientes.

Este enfoque de elaboración progresiva basado en ciclos iterativos nos va a permitir responder al cambio mucho mejor y adaptarnos a sus consecuencias.

¿En que casos es recomendable la Gestión Agile vs la Gestión Tradicional?

Pues esto dependerá de cada situación, pero en términos generales, todos aquellos proyectos donde el alcance esté poco definido o sepamos que los cambios en el mismo van a ser muy frecuentes, tiene sentido aplicar prácticas ágiles.

Proyectos tipo desarrollo de software o de I+D son candidatos muy claros a utilizar un enfoque agile, pero no los únicos.

Realmente las prácticas e implementaciones ágiles más comunes como Scrum y Kanban, son aplicables a casi cualquier tipología de proyecto.

Por lo general vale la pena hacerse estas preguntas:

  • ¿Los requisitos y el alcance en general está bien definido y acotado por todas las partes?
  • ¿Hemos realizado un proyecto similar en el pasado y contamos con planes y lecciones aprendidas que nos pueda ayudar?
  • ¿Lo que hoy es cierto y está documentado será siguiendo cierto mañana?

Si las repuestas son positivas, apuesta por una gestión tradicional, bien planificada y por fases (waterfall) si las respuestas son negativas, opta por una gestión Agile.

¿Qué otros factores debo tener en cuenta?

Obviamente intervienen otros factores a tener en cuenta, como por ejemplo la cultura de la organización.

No es posible cambiar la manera de hacer las cosas de un día para el otro, y pasar de trabajar con un sistema de gestión tradicional a uno agile implica entre otras cosas: comunicar bien el cambio, entender el cambio y formar a las personas claves de la organización.

Si los puntos comentados en el párrafo anterior no se llevan acabo adecuadamente y dedican los recursos necesarios para apoyar la transformación, más que agilidad, estaréis implementando el caos en vuestra organización.

¡Quiero saber más sobre los métodos e implementaciones Agiles!

Espero que este artículo te ayude a entender las diferencias principales entre ambos sistemas de gestión y saber escoger el más apropiado según las circunstancias propias del proyecto y la organización.

Si quieres profundizar en estos temas, conocer que supone ser Agile, los marcos y métodos de referencia como Scrum, Kanban, XP y mucho más no dejes de revisar nuestro Curso Agile: PMI ACP + ScrumMaster, posiblemente el curso más completo del mercado para dar el salto a la agilidad.

Alejandro Pérez, PMP, PMI ACP

8 respuestas

  1. y no te olvides del modelo economico! sería un caos iniciar un proyecto agile con un contrato que contemplara el pago fijo, en lugar de un time and materiales 🙂

    1. Muy cierto Txetxu, el modelo contractual para un proyecto Agile tiene negociarse por ambas partes antes de iniciar el proyecto para evitar «sorpresas». Gracias por tu aportación, saludos!

  2. Tengo experiencia en ejecución de proyectos EPC.., creo que la metodología ágil es lo mejor en este sentido.
    Pero eso sí, las especificaciones de pago deben está claras antes de iniciar.

    1. Gracias Luis por tu aportación, efectivamente es importante dejar claro el tema contractual/pagos en este tipo de enfoque de gestión, para evitarnos desagradables sorpresas y malentendidos durante el proyecto.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *