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¿Sistemas Complejos o Complicados? Aprende a diferenciarlos

En el artículo de hoy os daré las claves para diferenciar un sistema complicado de un sistema complejo.

Un sistema complicado es el compuesto de muchos elementos diferentes entre sí que interaccionan de formas muy distintas.

Un reloj mecánico es el típico ejemplo de un sistema complicado.

Un sistema complejo está compuesto por varias partes interconectadas o entrelazadas cuyos vínculos crean información adicional no visible antes por el observador.

Como resultado de las interacciones entre elementos, surgen propiedades nuevas que no pueden explicarse a partir de las propiedades de los elementos aislados.

Las personas y nuestras interrelaciones serían un ejemplo de sistemas complejos.

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Estas definiciones se pueden extrapolar y aplicar al campo de la gestión de proyecto, muy relacionadas con los nuevos modelos de Management 2.0 y 3.0 en los que se confirma que debemos de cambiar el chip a la hora de gestionar equipos de personas.

Si trabajamos con equipos, estamos trabajando con sistemas complejos y no complicados, por lo que los antiguos y obsoletos modelos de management gerencial, jerárquico y directivo cada vez están perdiendo más espacio, dejando paso a modelos en los que se actua más como una figura facilitadora del proceso.

También es influyente la teoría de los sistemas en las práctica ágiles, tal y como se detalla en el siguiente video de interesante visionado:

Espero que la lectura del artículo de hoy os haya ayudado a entender mejor la teoría de sistemas, las diferencias básicas entre los mismos  y como esto afecta a la gestión y el delivery.

Alejandro Pérez, PMP, PMI-ACP

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