El éxito de un proyecto es un concepto multifacético que ha evolucionado más allá de la simple finalización a tiempo y dentro del presupuesto.
En la actualidad, la entrega de valor es uno de los principales indicadores para determinar si un proyecto ha sido exitoso o no.
Aunque diferentes organismos y profesionales pueden tener sus propias definiciones, el denominador común es el impacto tangible que el proyecto genera para sus interesados (stakeholders).
Definición Clásica del Éxito de un Proyecto
Históricamente, la «triple restricción» ha sido el marco principal para medir el éxito de un proyecto: tiempo, costo y alcance.
Si un proyecto se completa dentro del plazo previsto, se ajusta al presupuesto y cumple con los requisitos acordados, tradicionalmente se considera exitoso.
Sin embargo, esta visión estática del éxito ha sido objeto de revisión por diversas instituciones. El Project Management Institute (PMI), a través de su Guía del PMBOK, amplía esta definición al considerar también la satisfacción de los interesados y la calidad del resultado entregado.
No basta con cumplir los objetivos contractuales; el proyecto debe generar valor y beneficios duraderos para las partes involucradas.
Enfoque en la Entrega de Valor
La entrega de valor se ha convertido en un factor crucial para evaluar el éxito de un proyecto.
En lugar de centrarse solo en el cumplimiento de plazos y presupuestos, las organizaciones exitosas se preguntan: ¿Qué valor está generando el proyecto para los usuarios, clientes o para la organización misma?
El valor puede definirse de múltiples maneras según el contexto del proyecto, ya sea la mejora en los procesos internos, un aumento en la rentabilidad, mayor satisfacción del cliente o una ventaja competitiva en el mercado.
Es esencial identificar los beneficios tangibles e intangibles desde la fase de planificación y mantener un enfoque constante en su entrega a lo largo del ciclo de vida del proyecto.
Definiciones del Éxito Según Diversos Organismos
PMI (Project Management Institute): Según el PMI, el éxito del proyecto no solo se mide por la adherencia al plan, sino por el cumplimiento de los objetivos estratégicos y la creación de valor para los interesados.
En las últimas semanas ha transcendido la nueva definición de éxito en el proyecto que PMI propone para la próxima versión del estándar: «Delivered value that was worth the effort and expense» es decir la entrega de valor que justifique el esfuerzo y el gasto.
IPMA (International Project Management Association): La IPMA enfatiza el éxito desde una perspectiva holística, que incluye los factores de satisfacción de los interesados, la consecución de los objetivos del proyecto y los resultados a largo plazo.
Destaca que un proyecto exitoso es aquel que tiene un impacto positivo en el negocio o en la comunidad.
AXELOS (PRINCE2): En el marco de PRINCE2, el éxito se mide por el cumplimiento de la justificación del negocio a lo largo del proyecto.
Esto significa que el proyecto debe ser rentable y mantener su alineación con los objetivos de negocio durante todo su ciclo de vida.
PRINCE2 prioriza la entrega de valor como la principal métrica de éxito.
Standish Group (Informe CHAOS): El Standish Group ha investigado el éxito de proyectos a través de su informe CHAOS.
Según este informe, los proyectos exitosos no solo se completan a tiempo y dentro del presupuesto, sino que también satisfacen completamente las expectativas de los usuarios.
Este organismo resalta que uno de los principales factores de éxito es la entrega de soluciones que proporcionen beneficios claros y tangibles.
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Entonces si el valor entregado es lo importante, pero también como hemos comentado puede llegar a ser subjetivo o definirse de múltiples maneras, ¿como lo concretamos y medimos?
Cómo Evaluar el Valor en un Proyecto
Para evaluar si un proyecto ha sido exitoso desde el punto de vista de la entrega de valor, es esencial considerar varios aspectos:
- Satisfacción del cliente o usuario final: ¿El proyecto cumple con las expectativas y necesidades reales de los usuarios?
- Beneficios estratégicos: ¿El proyecto contribuye a los objetivos estratégicos de la organización?
- Impacto a largo plazo: ¿Los beneficios del proyecto son sostenibles y aportan valor continuo?
- ROI (Retorno sobre la inversión): ¿El proyecto ha generado un retorno financiero o no financiero significativo?
Conclusión:
El éxito de un proyecto ya no se mide exclusivamente por la tradicional «triple restricción».
En el entorno actual, se requiere una visión más amplia que considere la entrega de valor a los interesados y el impacto a largo plazo en la organización.
Diversos organismos internacionales, como PMI, IPMA y PRINCE2, refuerzan esta perspectiva.
En última instancia, el éxito no se basa solo en cumplir los requisitos, sino en mejorar la organización, satisfacer a los usuarios y generar beneficios duraderos.
Alejandro Pérez, PMP, PMI ACP, PM²
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6 respuestas
Muy buen artículo, simple y claro.
Gracias Mónica por tu amable comentario 🙂
Excelente este artículo estimado Alejandro, la evolución del éxito va unida a la entrega de valor. Muy interesante y no menos complejo.
Gracias Andrés por tu comentario, como bien apuntas no es un tema sencillo y está generando bastante debate en las redes, desde que PMI anunció que cambiaba la definición de éxito de un proyecto. Un saludo!
Efectivamente, asegurarnos siempre de entender claramente las estrategias del negocio, su visión a largo plazo, realizar el análisis adecuado de la problemática actual que se plantea resolver con la implementación del proyecto, así como tener muy claro como hacer felices a los interesados, nos ayuda a enfocar nuestras habilidades, esfuerzos y planeación de tal forma que logremos finalizar satisfactoriamente cada proyecto con valores agregados.
Gracias Ramon por tu comentario y aportación 🙂