
La Inteligencia Artificial (IA) ha marcado un hito significativo en el pasado al transformar radicalmente diversas industrias. En retrospectiva, su introducción trajo consigo avances disruptivos en la automatización de tareas, optimizando procesos y aumentando la eficiencia en la producción.
En el presente, la IA se ha arraigado profundamente en la vida cotidiana, desde asistentes virtuales hasta sistemas de recomendación y análisis predictivo. Su impacto en la gestión de proyectos es notable, facilitando la planificación, asignación de recursos y predicción de posibles obstáculos, agilizando así la ejecución y entrega de proyectos.
Mirando hacia el futuro, se espera que la IA evolucione aún más, llevando a la creación de sistemas más inteligentes y adaptables. En la gestión de proyectos, se prevé una mayor integración de algoritmos predictivos para anticipar problemas, optimizar la toma de decisiones y ofrecer soluciones proactivas, lo que podría revolucionar la eficiencia y la calidad en la entrega de proyectos.
En resumen, la IA ha sido un catalizador de cambios significativos en el pasado y el presente, y su evolución futura promete transformar aún más la gestión de proyectos, ofreciendo herramientas más potentes y sofisticadas para enfrentar los desafíos del mañana.

Acuarela de Alan Turing generada mediante inteligencia artificial, considerado por algunos el padre de la misma

Es una disciplina y un conjunto de capacidades cognoscitivas e intelectuales expresadas por sistemas informáticos o combinaciones de algoritmos cuyo propósito es la creación de máquinas que imitan la inteligencia humana para realizar tareas, y que pueden mejorar conforme recopilan información.
Aunque existen diferentes tipos de IA, como las basadas en reglas o agentes, una de las más potentes y en la que se está poniendo foco por sus resultados es la basada en redes neuronales artificiales.
Los LLM (Large Language Models) son un tipo de red neuronal artificial. Son una herramienta poderosa que puede utilizarse para una variedad de tareas. Son capaces de aprender y adaptarse a nuevos datos, lo que les permite mejorar su rendimiento con el tiempo. Los LLM todavía están en desarrollo, pero tienen el potencial de revolucionar la forma en que interactuamos con la tecnología.
